2020…nueva aventura en el CUARTO SECTOR

27/11/2019

Los que me conocen saben que soy una persona que le encantan los retos y sobre todo que tengo una curiosidad voraz por aprender cada día cosas nuevas. Desde mi opinión, la vida es un viaje en el que se trata de experimentar, aprender, caerse, levantarse, saborear los momentos dulces (y también los amargos), en definitiva crecer como persona tomándose la vida como fases en las que cada día, cada persona, cada momento son oportunidades para crecer como persona.

Los dos últimos años he podido seguir disfrutando de trabajar en la industria del turismo, una vez finalizada mi etapa en la Administración Pública. Gracias a globaldit he podido profundizar en la parte estratégica de trabajar con el sector público desarrollando políticas y estrategias en turismo y he podido aportar mi experiencia en la creación de ecosistemas público y privadas fortaleciendo la unión entre la industria tecnológica y turística. Sin embargo, a veces la vida nos tiene reservadas sorpresas que se materializan a través de ventanas de oportunidad que te llevan a lugares no previstos de antemano. Pues bien, una de esas ventanas se presentó ante mí…y aquí estoy empezando una nueva aventura empresarial (no dejo el turismo…aunque mi dedicación por el momento se verá menguada por la dedicación que me exige esta nueva oportunidad. Pero sigo ligado a Globaldit…son demasiado buenos para separarme de ellos ^_^)

A mis cuarenta años he tenido la suerte de trabajar en el sector privado, tanto en multinacionales como en pymes con ADN internacional, así como he podido disfrutar (y sufrir) de crear dos startups tecnológicas; y también he podido experimentar lo que es trabajar en la administración pública. Sin embargo, me faltaba el poder trabajar en el tercer sector, el ver cómo es desarrollar proyectos sociales donde la rentabilidad económica no es lo que mueve a las personas, sino el hecho de mejorar la vidad de las personas. No es que me haya vuelto un ingenuo de repente, al decir que que la rentabilidad ya no es lo que mueve a los sectores económicos, al revés. Gracias al haber trabajado los últimos meses con la Agenda 2030 y con los ODS, he descubierto que el poder trabajar en organizaciones que buscan por igual tener una rentabilidad económica y un compromiso por el medio ambiente y por la sociedad, es no solo un reto fascinante, sino un compromiso que cada vez más gente deberíamos tener en mente.

Así que, allá va la noticia:

Me acabo de incorporar a la Fundación Ibercaja como responsable de Alianzas Estratégicas y Desarrollo Corporativo

Para los que no conozcáis la Fundación Ibercaja, deciros que es una entidad privada sin ánimo de lucro fundada en 1873 y que tiene por objeto la creación, realización y fomento de obras sociales y culturales así como la gestión de su participación en Ibercaja Banco, S.A. La misión de la Fundación es lograr una sociedad más equilibrada, con mayor igualdad de oportunidades, y es especialmente sensible con las personas más desfavorecidas. Cada año, las actividades de la Fundación impactan en un millón de personas, desarrollando más de 2.786 actividades y ayudando a 353 entidades con ayudas y subvenciones concedidas. La Fundación opera en todo el territorio nacional, aunque principalmente los territorios de mayor impacto son Aragón, La Rioja, Madrid y Extremadura.

El reto que me planteó al Director General de Fundación Ibercaja para seducirme y unirme al proyecto fue el poder aportar la experiencia que he ido acumulando en los diferentes sectores que he trabajo para generar sinergias de colaboración con empresas para ampliar los recursos económicos de la Fundación y generar mayor impacto en los programas y proyectos en los que trabajamos para poder llegar a un mayor número de personas. Sin olvidar la alineación de los ODS dentro de la organización, junto con el impulso de diferentes convenios con el ecosistema público-privado generado en España con la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Finalmente, aportaré mi granito de arena como intraemprendedor para impulsar la innovación dentro de la Fundación generando sistemas de indicadores, programas de apoyo a emprendedores sociales, nuevas líneas de trabajo, etc.

En definitiva, es un reto profesional que me emociona dado que desde mi punto de vista el objetivo final es ayudar a pasar del tercer sector tradicional al cuarto sector. Esto es, integrar acciones en el modelo operativo para crear impactos positivos en la sociedad y el medio ambiente, al mismo tiempo que obtener una rentabilidad económica para poder ampliar los programas y el alcance de Fundación Ibercaja a nivel nacional.

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